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jueves, 28 de noviembre de 2013

Un Cuento de Brujas (23-Feb-2011)

Durante una oscura noche y en lo mas profundo del tenebroso bosque, dos brujas discutían acaloradamente:
-Vamos a decidir de una vez por todas quién de las dos es la mejor bruja.- dijo la bruja blanca.
-Eso ya está decidido: yo soy la mejor.- contestó la bruja negra.
-Eso crees tú, ahora voy a hechizarte y conocerás mi poder.- contestó la bruja blanca mientras agitaba su varita mágica frente al rostro de la bruja negra.
-Adelante, hechízame si puedes. No creas que te tengo miedo.-replicó la bruja negra cruzando los brazos y dando la espalda a la bruja blanca con un gesto de desprecio.

-Deberías temerme más.- dijo la bruja blanca bajando su varita, y luego añadió en un tono más enigmático.- ¿Cómo sabes que no te he lanzado ya un conjuro para dominar tu voluntad? Después de todo, no has opuesto ninguna resistencia a que te hechizara.-
La bruja negra se quedó en silencio un momento y luego se dio la vuelta lentamente. Todavía permaneció en silencio un breve instante. Finalmente alejándose un poco de la bruja blanca, la miró fijamente y dijo: -Reconozco que me has hecho dudar, pero ahora voy a decirte algo que te sorprenderá: yo te he encantado para que creas que puedes vencerme. Lo hice porque estoy aburrida de ganar siempre a todas las brujas y pensé que sería divertido luchar contigo si tú creías de verdad que podías vencerme.-

Ahora era la bruja blanca quien permanecía en silencio, mientras miraba fijamente a la bruja negra pensaba en lo que debía hacer. Después de un momento que pareció interminable, la bruja blanca habló. Todavía mirando a los ojos a la bruja negra, sonrió y dijo: -Eres muy lista. Eres un digno rival. Pero ya has perdido esta batalla. Notarás que he tardado en contestarte. Eso lo hice a propósito para ganar tiempo. Pronto sabrás de lo que hablo...-. El ulular de un búho que provenía de entre las sombras de los árboles interrumpió a la bruja blanca, ésta miró hacia el lugar de donde parecía provenir el lúgubre canto y sonriendo aún mas se dirigió a la bruja negra: -¿Escuchaste eso? Es mi cómplice que ha llegado puntual a la cita.-

La bruja negra también miró hacia la penumbra del bosque tratando de adivinar dónde se encontraba aquel cómplice. Dio unos pasos hacia atrás como para alejarse de su rival y luego, levantando de nuevo su varita, amenazó a la bruja blanca diciendo:-¿Tanto miedo me tienes que pides ayuda para vencerme? Reconoces que soy mas poderosa que tú. Por eso me temes.- La bruja negra habló lentamente haciendo una pausa entre cada palabra. De pronto se escuchó el largo y lejano aullido de un lobo. La bruja negra se acercó al borde de los arboles. Su rostro quedaba oculto en las sombras cuando habló en un tono mas profundo: -!Ah!, mi aliado ya ha dado cuenta del tuyo. ¿Escuchaste su aullido? Con él me dice: "Ama, ya he cumplido tus ordenes".

Las dos brujas miraron a su alrededor preguntándose qué más se escondía en aquella oscuridad. Luego se acercaron al centro del claro y se detuvieron frente a frente. Trataban de evaluarse mutuamente pero ninguna mostraba emoción alguna en el rostro.

Largo tiempo transcurrió antes de que una de las dos hablara finalmente. Fue la bruja blanca quien habló primero: -Ya casi amanece. No podemos seguir aquí.- dijo y se dio la vuelta para dirigirse al bosque, no sin antes echar una última mirada a la bruja negra. Esta se quedó todavía un momento viendo alejarse a su rival y antes de que se perdiera entre los árboles le dijo a manera de despedida. –Esto no ha terminado-. Luego se dio la vuelta y se internó ella misma en el bosque pero en dirección opuesta a la que había tomado la bruja blanca.

El claro quedó en silencio. Ni la más leve brisa agitaba las hojas de los árboles. La oscuridad comenzaba a disiparse por el oriente cuando dos ancianas, una vestida con una túnica blanca y la otra con una túnica negra, recorrían el bosque caminando lentamente alejándose cada vez más una de la otra. Ambas iban meditando sobre lo ocurrido durante la larga noche que estaba por terminar.

-Estoy tan cansada- pensaba la bruja blanca –que lo único que quisiera es llegar a mi cama para descansar.- Se detuvo un momento al sentir el conocido dolor en las rodillas que a veces la atacaba por las mañanas. –Esta vez casi me descubre esa maldita vieja. Si no hubiera sido por el búho que cantó de pura casualidad…- la anciana no pudo evitar sonreír al recordar la cara de espanto que tenía la bruja negra cuando le explicó que todo era a propósito- ...de todos modos, casi creí que se daría cuenta-.

La anciana con la túnica negra mientras tanto pensaba: -Esa vieja bruja, ya me tiene harta. Temo que cualquier día de estos me descubrirá. Pero no, no creo que sea pronto. Soy más lista que ella. Se quedó helada de miedo cuando se escuchó el aullido del lobo y le dije que era mi aliado.- la bruja negra sonrió al recordar su ingenio. –En fin, es mejor que tenga cuidado la próxima vez. No puedo dejar todo a la suerte.- Caminando aun más lentamente se llevó las manos a la espalda al sentir una punzada de dolor. -Eso me pasa por estar tanto tiempo de pie.-

La anciana de la túnica blanca salió por fin del bosque al tiempo que los rayos de sol inundaban el sendero que conducía al pueblo. Recorrió el último tramo de la estrecha calle saludando a los vecinos que encontraba a su pasó. Finalmente llegó al frente de su casa. Era un local pequeño y modesto. En la maltratada puerta se podía leer en un cartel pintado a mano y con faltas de ortografía: “Bruja Blanca: Se hacen trabajos para dinero, amores perdidos. Lectura de cartas. Tarot.”

La bruja negra por su parte se dirigía a su casa después de haberse detenido a comprar pan para su desayuno. La vieja se detuvo un momento frente a su casa disfrutando del calor del sol sobre su adolorida espalda. En la fachada podía verse un letrero que decía: “Bruja Negra: Se deshacen trabajos de magia blanca y negra. Lectura del Tarot. Carta astral. Lectura de aura.”
Cuando finalmente ambas ancianas se sentaron pesadamente al llegar a sus respectivas casas su pensamiento era el mismo: “Ojalá que no se den cuenta nunca de que esto de la brujería es puro cuento.”

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