Como un molesto insecto las ideas revolotean sobre mi cabeza sin dejarme concentrar. Las espanto agitando la mano y por un momento se alejan, pero en cuanto me quedo quieto regresan zumbando aun mas fuerte. Son ideas que quieren convertirse en proyectos, que buscan posarse sobre mi cabeza para penetrar el cerebro (o salir de él tal vez) y buscarse un lugar en la realidad.
No puedo mas, tengo que apartar a un lado lo que estoy haciendo. Busco una sección del diario (la de Sociedad que es mas contundente) y lo enrrollo, y así armado voy en busca de las ideas que ahora huyen a esconderse. Saben que las estoy cazando para acabar con ellas y se agazapan detrás de las notas intrascendentes plagadas de tonterías y lugares comunes. Ahora encuentro a una de ellas descansando plácidamente sobre un encabezado que dice: "Maravilloso desfile de modas en el Country Club. Las tendencias otoño-invierno destacan". La ataco sin piedad pero en el último momento alcanza a alzar el vuelo y se aleja, dejándome con la reflexión: "qué tiene de maravilloso un desfile de modas".
Vuelvo a intentar concentrarme en lo que hacía convencido de que no lo lograré.
A los lejos escucho nuevamente el zumbido de las ideas que se acercan a revolotear otra vez sobre mi cabeza.
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